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1828-1908. De la muerte de Goya a la Exposición Hispano-Francesa
En este apartado se intenta plasmar, por un lado, el destacado papel -no siempre reconocido- que en la conformación del perfil biográfico de Goya durante el s.XIX desempeñaron dos personajes aragoneses que, en cierta forma, matizaron con sus aportaciones y su importante bagaje documental el sesgo romántico y legendario introducido por los biógrafos franceses (Yriarte y Matheron). Hablamos de Valentín Carderera y Solano (Huesca, 1796 - Madrid, 1880), autor del primer artículo biográfico sobre Goya publicado en español (El Artista, 1835) y coleccionista de su obra gráfica, y de Francisco Zapater y Gómez (Zaragoza, 1820 - La Puebla de Híjar, Teruel, 1897), sobrino-nieto de Martín Zapater, el gran amigo de Goya, y heredero de las obras y correspondencia que aquél poseía.
Complementario de ese perfil biográfico para la formación de la imagen del artista es su representación icónica, pictórica y escultórica, que sin duda estuvo marcada por el exitoso retrato ejecutado por Vicente López en 1826, que fue asumido como modelo, referente visual e incluso "imagen de marca" de Goya.
Finaliza este apartado con la todavía tímida presencia goyesca en la Exposición Hispano-Francesa (1908), con la que se inicia realmente la recuperación de Goya como figura destacada de los movimientos regeneracionistas y regionalistas de comienzos del s. XX.
1908-1928. El redescubrimiento de Fuendetodos y la conmemoración del centenario
El lapso cronológico contemplado en este apartado resulta de vital importancia para la recuperación aragonesa de Goya, fundamentalmente por la intervención del pintor vasco Ignacio Zuloaga en el "redescubrimiento" de Fuendetodos, por las aportaciones a la historiografía goyesca de eruditos aragoneses como José Valenzuela La Rosa y, sobre todo, por las actividades desarrolladas con motivo del primer centenario de la muerte del pintor.
1946-1978. De bicentenario a sesquicentenario
La memoria y el recuerdo ciudadano e institucional de Goya ha funcionado históricamente a golpe de aniversario, con largos periodos de olvido, y esta circunstancia se hizo especialmente durante la Dictadura, donde únicamente podemos señalar dos hitos destacados, coincidentes con sendas efemérides: el bicentenario del nacimiento del pintor (1946) y el sesquicentenario de su muerte (1978).
1978-2008. Hacia la definitiva recuperación de Goya
La llegada de la democracia supuso el arranque de un nuevo enfoque en la recuperación de Goya. Si bien el artista ha seguido siendo utilizado puntualmente como excusa y como emblema con propósitos diversos, se aprecia también un intento por abordar con rigor la conservación física de su producción aragonesa, especialmente rica en pintura mural, así como una inversión en la tendencia del coleccionismo, que sobre todo desde el ámbito institucional -y en menor medida privado- ha permitido el regreso de obras que habían sido vendidas y la adquisición de otras que han permitido engrosar el patrimonio goyesco.
Con voluntad prospectiva, en este apartado se incluirá una selección de obras emigradas, y mediante un montaje audiovisual se analizarán las acciones proyectadas y/o llevadas a cabo en los últimos 30 años: restauraciones, actividades expositivas, editoriales y de divulgación, adquisiciones y proyectos museísticos.