Fundación Goya en Aragón

Se tiene noticia de dos versiones de pequeño formato y una algo mayor correspondientes al cuadro de altar que Goya dedicó a San Bernardino de Siena en la Real Basílica de San Francisco el Grande de Madrid. Es muy probable que la versión aquí catalogada fuera el borroncito al que Goya se refiere en una carta enviada el 22 de septiembre de 1781 al conde de Floridablanca informándole del tema que había elegido para la obra. También es posible que fuera éste el que Goya enviara a Martín Zapater, a lo cual alude en la correspondencia dirigida a su amigo.
Le sigue un boceto de casi idénticas medidas pero de ejecución algo más acabada. Ambos se encontraban en 1867 en manos del marqués de Torrecilla, en Madrid y más adelante pasaron al conde de Villagonzalo, también en Madrid. Tan solo dos veces han sido mostrados públicamente: en Madrid en 1900 y en Londres en 1920. Se ignora su paradero actual.

A través de los bocetos que se conservan podemos estudiar el avance de la idea de composición que tenía Goya. En este se observa que los rasgos de las figuras no están todavía definidos pero la idea compositiva y el detalle de la estrella posada sobre la cabeza del santo ya están reflejados. Lo esencial de la composición se representa a través de un intenso claroscuro ejecutado de manera simple. Recuerda a la obra de Michel-Ange Houasse Predicación de San Francisco Regis (Museo Nacional del Prado, Madrid), a la que Goya pudo tener acceso.