Inmaculada Concepción (boceto)
Clasificación
Original de Goya procede de la Galeria del Excmo. Sr. D. Gaspar Jovellanos / Me la regalo Dn. Acisclo Fernández Vallín preceptor que fue de mi hijo Felipe (en la madera del bastidor original; data de la segunda mitad del siglo XIX).
Historial
El mismo Goya regaló este boceto a Gaspar Melchor de Jovellanos antes de agosto de 1800. Después, y como dice la inscripción del bastidor, pasó a la colección de Acisclo Fernández Vallín y más tarde a la de Eulalia García Rivero, que la vendió al Museo del Prado, el cual adquirió esta obra el 10 de noviembre de 1891 por Real Orden firmada por el Ministerio de Fomento. Se explicaba que la Reina Regente autorizaba la compra del boceto por la que su anterior propietaria recibiría 3.000 pesetas. Se guardó entonces en los almacenes de la pinacoteca hasta que en 1977 Xavier de Salas, a la sazón director del museo, publicó la obra defendiendo la autoría de Goya y volvió a exponerse.
Se trata sin duda del boceto presentado por Goya al Consejo de Órdenes Militares, presidido por Jovellanos, a quien luego se lo regalaría en agradecimiento a su mecenazgo. Es lo único que queda del encargo que se le encomendó a Goya en 1783 de realizar cuatro cuadros para la iglesia del colegio de Calatrava en Salamanca. Uno representaba el misterio de la Inmaculada Concepción (cuyo culto habían jurado defender los caballeros de la Orden de Calatrava). Los otros tres a los santos San Raimundo, San Bernardo y San Benito. Las cuatro pinturas fueron destruidas durante la Guerra de la Independencia.
Análisis artístico
El modelo compositivo del boceto parece haber tomado como referencia a Mengs. Sánchez Cantón encuentra también ecos de Giaquinto y destaca la factura de los ángeles, muy del estilo goyesco. En realidad esta Inmaculada se aleja de lo barroco, los pliegues del manto no vuelan alrededor de María de manera artificiosa sino que caen con naturalidad y se adaptan a la forma del cuerpo. Está rodeada en la mitad superior por una gloria presidida por Dios Padre que extiende sus brazos en actitud protectora. En la parte inferior María se apoya sobre el globo terráqueo y la media luna junto con unos angelitos mientras pisa la serpiente. El recogimiento de la Virgen, con la mirada baja y las manos unidas en oración, hacen de esta pintura un excelente cuadro de devoción.
En el momento de la adquisición de la obra por el Museo del Prado se creía que ésta era una pintura original de Goya, y así se especifica en el informe realizado por el secretario general de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
A pesar de este favorable informe la obra quedó olvidada en los almacenes del museo hasta que fue rescatada por Salas. Este autor fundamenta la autoría de Goya en la procedencia y la identificación de la obra con una de las Concepciones que poseía Jovellanos. La inscripción del marco confirma que pertenecía a este político y la mención a dicha obra (especificando que se trata de un boceto) en la correspondencia de Jovellanos documenta su correcta identificación.
No obstante, también se han dado argumentos en contra de Salas (LUNA, 1996). En lo referente a la inscripción no es posible asegurar su validez puesto que fue realizada por la antigua propietaria Eulalia García. Por otra parte no se conoce la obra definitiva para la que fue realizado este boceto y además el estilo del mismo no se corresponde con otros borrones del pintor de tema similar como por ejemplo la Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza, donde los rasgos son más abocetados y se ejecutan con toques rápidos, frente a este boceto más profuso de pinceladas y más acabado en la forma.
Exposiciones
Bibliografía y páginas web selectas
Palabras clave
Fecha de realización de la ficha
Copyright © Fundación Goya en Aragón
Mapa Web –
– Desarrollo del proyecto – Dirección de Arte - Aviso Legal
Museo de Zaragoza. Plaza de los Sitios, 6. 50001 Zaragoza Tel.: (0034)976 484 547.