Fundación Goya en Aragón

Se colocó esta pintura el día 13 de junio de 1812, siendo cura párroco de esta iglesia el Sr. D. José Robles. La hizo Dn. Francisco Goya, Pintor de Cámara de S. M. el Sr. D. Fernando VII (en el bastidor del lienzo, a lápiz).

La pintura se realizó en 1812 para el altar mayor de la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de Chinchón. Tradicionalmente se tiene esta obra como un encargo de Camilo Goya, capellán de la parroquia, tras el incendio y el asalto que sufrió la iglesia por parte de las tropas francesas en 1808. La reconstrucción empezó en 1819 y se terminó en 1828, aunque permaneció cerrada hasta 1840, siendo sustituida en sus funciones de parroquia por la iglesia del convento de Agustinos calzados. Estos datos indican que la inscripción del bastidor no es del todo cierta, porque aunque Goya hubiese terminado ya su obra en 1812, no pudo ser colocada en la iglesia entonces.
Durante la guerra civil el cuadro fue retirado el 7 de enero de 1937 de su emplazamiento habitual por orden de la Junta Delegada de Incautación, Protección y Salvamento del Tesoro Artístico. Se llevó a Madrid sin ser desmontado del bastidor. Aunque desconocemos el lugar exacto donde se guardó, se cree que sería en el Museo Nacional del Prado por la importancia que tenía la obra al ser autógrafa de Goya y por un documento de entrega fechado en junio de 1940 dirigido al representante de la parroquia donde se especifica la procedencia del Museo del Prado de un cuadro no identificado. En los año que duró el conflicto se cree que la obra seguiría el mismo recorrido que las obras del Prado, primero a Valencia, luego a Cataluña y después a Ginebra, de donde regresaron en distintas remesas a partir del 14 de mayo de 1939.
De vuelta en la parroquia ya abierta de Chinchón, la obra ha permanecido allí a excepción del período en que tuvo lugar la restauración del templo entre 2004 y 2007, momento en que la pintura fue trasladada al Museo del Prado en depósito.

En una composición concéntrica observamos a María ascendiendo a los cielos rodeada de un gran séquito celestial. Goya ha colocadoen la parte superior de la imagen, junto a la cabeza de la Virgen, ángeles niños, mientras los mancebos están en la parte inferior. La escena tiene un claro acento barroco, con la Virgen en éxtasis y una escenografía muy teatral.
Los expertos ven una clara relación técnica con los frescos de la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid.