Clasificación
Historial
El boceto aparece en el inventario que redactó Brugada en 1828 de los bienes que había en la Quinta del Sordo. Viñaza asegura que el padre Tomás López lo vio en casa de Javier Goya. La siguiente noticia que tenemos nos llega a través de la fotografía que hizo de la obra el alemán Braun cuando se encontraba en la colección Paul Saint-Victor. Algún tiempo después ingresó en el Museo Bonnat de Bayona.
Análisis artístico
El boceto del cuadro que pintó Goya para los padres escolapios, obra ejemplar por su fuerza emotiva y espiritual, llama la atención por sus pinceladas empastadas que dan relieve sobre todo a las figuras principales. No parece tratarse del estudio definitivo ya que los rasgos están poco dibujados. Goya se ha centrado en la aplicación del color y en el estudio de la luz en ese templo oscuro donde se encuentran las figuras. Mientras que en la obra definitiva la luz divina se limita a un haz bien delimitado, aquí invade la parte superior de la iglesia creando un ambiente más cálido.
A los personajes del fondo no les ha dedicado mucha atención y es en ellos donde se aprecian más diferencias si lo comparamos con la pintura definitiva. Los escasos elementos arquitectónicos que aparecen en el lienzo final lo son todavía más en el borrón, ya que solo encontramos insinuado uno.
Siendo difícil superar la pintura que Goya creó para las Escuelas Pías, este boceto sorprende por su textura y sus calidades pictóricas, en el que el rostro de San José de Calasanz ya sobrecoge por su entrega y fervor.
Bibliografía y páginas web selectas
Obras asociadas
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