Fundación Goya en Aragón

Para el historial de la serie completa véase La caza del jabalí.
Además de las distintas atribuciones señaladas en relación a esta serie completa de cartones hasta la documentación de la paternidad goyesca por Sambricio, la obra que nos ocupa fue atribuida también a Antonio González Velázquez por Vicente López en el inventario que realizó en 1834 para la testamentería de Fernando VII y Cruzada Villamil afirma que es de Ramón Bayeu en 1870.
Hacia 1856 ó 1857 el cartón fue transferido de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara al Palacio Real de Madrid. En 1869 esta obra desapareció del Palacio Real junto a otros seis cartones para tapices (véase Los niños del carretón), siendo recuperada por Don Raimundo de Madrazo, quien la compró en París y la donó en 1895 al Museo del Prado (todavía con la atribución a Ramón Bayeu), donde hoy se custodia pero no se exhibe.

Dos mastines atados, junto a ellos dos escopetas y otros útiles de caza, en un paisaje.
Gracias a la documentación aportada por Sambricio sabemos a ciencia cierta que es obra de Goya, si bien la mayoría de los expertos coinciden en afirmar que es una de sus obras más impersonales.
Por sus medidas semejantes, y porque ambas obras son sobrepuertas o sobreventanas, este cartón hace pendant con Caza con reclamo.