Fundación Goya en Aragón

El retrato pudo ser encargado a Goya con motivo de la elección del retratado como Director de la Real Academia de la Historia.
Hasta el año 1938 estuvo en manos de la familia del retratado. Fue adquirido por Anne R. y Amy Putnam quienes lo donaron al museo donde hoy se exhibe.

Vicente María de la Vera y Ladrón de Guevara, duque de la Roca y marqués de Sofraga (1729-1813), fue capitán general del ejército y Consejero de Estado así como académico de honor y de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En 1794 Carlos IV le otorgó el Toisón de Oro.
El noble aparece sentado en una butaca de tonos verdes decorada con detalles dorados, apoyado en una mesa en la que observamos unos libros abiertos como símbolo del hombre ilustrado que era. Va vestido con un traje blanco de Capitán General en el que destacan la placa y la banda de la orden de Carlos III así como la cruz y venera de la Orden de Santiago, de la que era comendador. De su cuello pende el Toisón de Oro.
Al pintar el traje en blanco le permitió a Goya jugar con los colores de los detalles como el rojo de las mangas, el cuello o el fajín que destacan especialmente. El artista nos presenta al retratado como hombre seguro de sí mismo, de fuerte carácter, orgulloso y de mirada cansada.
Gudiol señala la importancia que la forma adquiere en modo excepcional en esta obra con contornos más precisos que en otras obras de este período y de parecidas características.