Fundación Goya en Aragón

FERNANDO III DE NAVARRA / VII DE CASTILLA (en la parte inferior).

Este lienzo fue realizado tras el regreso de Fernando VII a España desde Francia, donde había sido hecho prisionero después de ser nombrado José I rey de España. El 20 de junio de 1814 la Diputación Foral de Navarra encargó a Goya la realización de este retrato. Fue realizado en tan sólo doce días y recibió dos mil reales de vellón a su finalización dentro del plazo estipulado. Pudo ser el primer retrato que hizo Goya del monarca a su regreso del país vecino.

Fernando VII (San Lorenzo de El Escorial, 1784 - Madrid 1833) fue proclamado rey de España en 1808 aunque pronto se vio exiliado por la invasión napoleónica. Tras la expulsión de José Bonaparte reinó de nuevo desde 1814 hasta su muerte. Su reinado se caracterizó por el retorno al absolutismo y la persecución de los liberales y afrancesados.
Para la ejecución de este lienzo Goya se sirvió de los apuntes del natural que había tomado para la realización del cuadro de Fernando VII a caballo pintado en 1808.
En este retrato aparece el monarca sentado, de medio cuerpo, sobre fondo neutro, acompañado de los símbolos de su poder: la corona real, el bastón de mando adornando con castillos y leones y el manto de armiño sujeto por un botón cerrado, sobre el que coloca la banda azul y blanca de la orden de Carlos III y el collar del Toisón de Oro.
Gira el rostro hacia la derecha con mirada perdida resultando ausente o distraído. Según algunos estudiosos de la obra de Goya, este monarca no gozaba de la simpatía del pintor aragonés, motivo por el que tendía a representarle como una persona desagradable y altanera.