Fundación Goya en Aragón

A comienzos del siglo XX era propiedad de Antonio de Mazarredo Allendesalazar, de quien pasó a su hija, Josefa de Mazarredo y Vivanco, condesa de Castellano.

Antonia de Moyúa (que no Moyna, como a veces se cita) era hija del marqués de Rocaverde y de una hermana de su marido, y contrajo matrimonio con el almirante José de Mazarredo y Gortázar, enlace del que nació Juana Mazarredo y Moyúa.
La parte conservada de este retrato nos muestra a la efigiada recortada sobre fondo oscuro y neutro, con rostro amable y sonriente, vestida con una blusa blanca con encajes en el cuello y enjoyada con una cinta de eslabones dorados dispuesta en el cabello rizado y un collar y pendientes a juego.
La crítica actual duda sobre su atribución a Goya o a Agustín Esteve, al igual que sucede con el retrato de Juana Mazarredo y Moyúa.