Fundación Goya en Aragón

La obra perteneció en el siglo XIX a la colección aragonesa de los condes de Quinto. Fue vendido en subasta pública en París en 1861 y adquirido a comienzos del siglo XX por el pintor Ignacio Zuloaga.

No se conoce con seguridad la identidad del retratado. Algunos autores piensan que se trata de Camilo Goya y Lucientes, hermano del pintor, que se ordenó sacerdote en 1785, hecho que podría haber dado lugar a la realización del retrato, mientras Arturo Ansón Navarro propone, con ciertas reservas, al eclesiástico oscense Antonio Arteta de Monteseguro (1745-1813), amigo de Goya y de otros ilustrados aragoneses como Martín Zapater y Juan Martín de Goicoechea.
Respecto a la cronología, las opiniones son más dispares, pues mientras Gudiol y Camón Aznar proponen la fecha de 1800, Mayer y Desparmet Fitz-Gerard la sitúan en 1785, fecha de la ordenación de Camilo, y Ansón en el quinquenio 1780-1785 por sus características mengsianas y ciertos rasgos formales.
El personaje se presenta de medio cuerpo y en ligera posición de tres cuartos, sentado en un sillón tapizado en verde, ante un fondo neutro en tonos acastañados sobre el que se columbran, a la izquierda, unos libros inclinados sobre una mesa. Viste hábito negro de racionero, de la que destacan las carnaciones iluminadas de rostro y manos.
Se trata de un retrato de gran sencillez y sobriedad, de modelado apurado, similar a los que Goya realizó en la década de 1780 a otros amigos ilustrados como Juan Agustín Ceán Bermúdez.