Fundación Goya en Aragón

El boceto fue adquirido por el IX duque de Osuna en 1799. La casa ducal lo puso a la venta y lo compró el barón Charles-Jean-Marie Alquier de Versalles. Por herencia pasó al barón René (?) Alquier que lo vendió a la colección Knoedler & Co. de Nueva York. Robert Sterling Clark lo compró en marzo de 1939 para su colección ubicada en Upperville, Virginia, y de allí pasó al Clark Institute cuando abrió sus puertas en 1955.

Alrededor del boceto de El otoño existe una gran confusión. Si bien varios de los bocetos que hizo Goya los vendió al IX duque de Osuna, y en esa venta se mencionan efectivamente las cuatro estaciones, Yriarte denunció la ausencia de esta pieza en dicha colección cuando tuvo la oportunidad de visitarla antes de su liquidación por la quiebra de la casa ducal. El mismo autor proponía la identificación del boceto ausente con uno que los señores Goupil tenían en su colección de París, tras haberlo adquirido a Ángel Tadeo; este boceto está hoy en paradero desconocido y nada tiene que ver con el conservado en Williamstown, ya que la descripción que dio Yriarte no casa en absoluto con la pintura. Sin embargo, muchos autores han seguido haciendo referencia a la bibliografía que relaciona el boceto parisino con el americano, tal es el caso de Gudiol, Gassier y Wilson.
Soria cree que esta pintura es una copia del cartón realizada por el discípulo valenciano de Goya Asensio Juliá. Arnaiz apunta que no puede corroborar la hipótesis de Soria, pero asegura que son evidentes las diferencias entre esta pieza y el resto de los bocetos de esta misma serie de las estaciones y afirma que la autoría de Goya debe ser puesta en duda seriamente.
Por otra parte las diferencias que advertimos entre el supuesto boceto y la obra definitiva son que el majo se sienta sobre un barril y no un murete y que el racimo de uvas es blanco y no negro.