Fundación Goya en Aragón

X.9 (en el ángulo inferior derecho).

El cuadro ha aparecido en el monasterio de Guadalupe gracias a la donación de un particular y fue dado a conocer por Xavier de Salas en el año 1964.

Esta obra, junto con otros cinco lienzos, ha sido marcada con la sigla X.9. Ésta es relativa al número asignado por el notario en el inventario de los bienes de Josefa Bayeu que fue realizado en 1812.
Sobre un fondo neutro un hombre frontalmente dispuesto en primer término se cubre con una manta de color beige. Ésta tapa tan solo la parte superior de su cuerpo y no esconde los grilletes de sus pies. En segundo plano otro hombre está sentado y maniatado. Junto a él, sobre el suelo, un personaje está tumbado sobre un costado y también parece tener sus pies atados.
La oscuridad del ambiente y la incapacidad de estos tres sujetos para moverse crean una atmósfera estática que transmite la sensación de impotencia que provoca la privación de la libertad.
La escena emana una fuerte violencia, no sólo física sino también psicológica, a que eran sometidos quienes eran confinados en las cárceles.
El pintor aragonés, tanto en esta obra como en algunos grabados de la serie de Los desastres de la guerra o en algunos cuadros como Interior de una prisión, manifiesta su disconformidad con las penas aplicadas en las prisiones, probablemente desde el conocimiento de textos como Dei delitti e delle pene (1764) de Cesare Beccaria (Milán, 1738- Milán, 1794).