Fundación Goya en Aragón

Véase Las floreras.

El tapiz estaría colgado en el lado este de la estancia, haciendo pendant con el de Los pobres en la fuente.
En este cartón para tapiz se advierte un cambio radical en la temática a la que Goya nos tenía acostumbrados en este tipo de obras. Si bien el artista mantiene el protagonismo del pueblo, de las escenas jocosas y agradables que mostraban temas de feria y de esparcimiento pasamos a la representación de temas sociales, que hacen su aparición en esta misma entrega con La nevada, Los pobres de la fuente y el que nos ocupa, es decir, la trilogía invernal.
Goya presentó a Carlos III el boceto de esta pieza donde la composición es exactamente la misma aunque las expresiones de los rostros cambian profundamente. En el boceto las actitudes son alegres, dos trabajadores se miran de reojo divertidos por el estado de embriaguez de su compañero, al que tienen que cargar. Al rey debió parecerle gracioso el tema y sin duda tuvo que sorprenderse al ver el cartón donde los hombres han cambiado la sonrisa por una honda preocupación hacia su compañero herido, que parece haberse caído del andamio.
Algunos autores han relacionado este tema con un decreto de 1784 promulgado por Carlos III que exigía daños y perjuicios de los maestros de obras por la caída de los obreros y preveía ayudas a los heridos y sus familias. Puede ser que Goya hubiera querido anotarse un tanto frente al monarca y los ministros ilustrados, interesados en dignificar los oficios, representando precisamente uno de estos accidentes laborales.
Nordström ha justificado la pertenencia de El albañil herido a la trilogía invernal apuntando que según la iconografía de Ripa, en los calendarios populares los trabajos de albañilería ilustraban el mes de noviembre.
De esta pieza no se conserva tapiz, es el único cartón que no tiene su paño correspondiente hoy en día. Sambricio interpretó este hecho asumiendo el desagrado que el cartón había provocado en Carlos III, pero más tarde apareció un ejemplar en el comedor del infante don Francisco de Paula Antonio del que hoy se desconoce su paradero.