Fundación Goya en Aragón

Boceto del cartón para tapiz El albañil herido.
Fue realizado por Goya en otoño de 1786 con el objetivo de mostrarlo al rey para su aprobación. Probablemente este encuentro tuvo lugar el 1 de mayo de 1787, fecha en la que consta el pago de un carruaje que llevó al artista al palacio de El Escorial con el objeto de mostrar al rey "los borradores para la pieza de comer de El Pardo".
El artista pudo guardar el borrón, que aparece después en la colección de los duques de Osuna. Sin embargo no aparece en la orden de pago de 1799 de los bocetos realizados por Goya y vendidos a los duques un año antes, por lo que se deduce que podría haber sido un regalo del artista en alguna fecha posterior indeterminada. En 1896, cuando tuvo lugar la quiebra de la casa ducal, la comisión ejecutiva de obligacionistas puso a la venta la pintura que fue adquirida por el precio de 2.500 pesetas por Pedro Fernández Durán, quien lo donó al Museo Nacional del Prado en 1930 expresando su deseo de contar con una sala dedicada a su nombre en dicho museo.

Este boceto se ha ganado un nombre propio independiente del de la obra definitiva a la que sirvió de borrón, y es que son fundamentales las diferencias de intención que separan una obra de la otra. Por eso también se habla de "primera idea" y no boceto.
La obra está realizada con pinceladas enérgicas. Llama la atención que, siendo una escena de carácter cómico, aparecen manchas de sangre en la camisa del borracho mientras que en el cartón definitivo no están y es precisamente en ese momento cuando se habla de un herido. Es evidente que el cambio de expresiones fue totalmente intencionado.