Fundación Goya en Aragón

Goya (al dorso, en letras grandes).

El boceto fue presentado para su aprobación por la Junta de Fábrica del Cabildo Metropolitano de Zaragoza el día 27 enero de 1772, según se explica en la ficha de la pintura.
Inicialmente debió de pertenecer a Juan Martín de Goicoechea, amigo de Goya. Por herencia pasó a los Condes de Sobradiel; consta su pertenencia a María Pilar Alcíbar, segunda esposa del conde de Gabarda, en 1867. En 1928, al hacerse en Zaragoza la exposición homenaje a Goya, era propiedad de Sancho de Castro. Hacia 1965 pasó a manos de José Gudiol Ricart, de Barcelona. En 2003 fue comprado por Ibercaja.
En el bastidor porta una etiqueta que da fe de haber formado parte de la Exposición de Arte Retrospectivo de 1908, en Zaragoza, y de su pertenencia en esa fecha al Conde de Sobradiel.

Corresponde con bastante exactitud al fresco de gran formato, aunque se aprecian ligeras variantes. Hay arrepentimientos bien documentados a través de radiografía, también perceptibles a simple vista.
Es una composición de gusto barroco que acusa claramente la influencia italiana recibida por el artista en su reciente estancia en ese país.
La alternancia de luces y sombras, que confiere sentido espacial a la composición, queda más marcada en el boceto que en la pintura.
El lienzo tiene una preparación en negro que asoma a través del craquelado. Los tonos vivaces de la pintura, en los que predomina el dorado para los cielos, acentúan la delicada técnica que empleó Goya para este boceto.

Ver Adoración del nombre de Dios por los ángeles.