Fundación Goya en Aragón

Pintura de D. Diego Velázquez del tamaño natural en el Real Palacio de MADRID; dibujada y grabada por D. Fran.co Goya Pintor, año de 1778 (en la parte inferior del grabado).

Véase Felipe III.
La primera edición se realizó en tinta negra, la segunda en tinta sepia grisácea y la tercera en tinta parda oscura. En esta tercera edición aparece manuscrito en el ángulo inferior derecho Merelo.
La obra fue anunciada en la Gazeta de Madrid el 28 de julio de 1778.

Velázquez pintó el retrato ecuestre de la reina Margarita de Austria para el Salón de los Reinos del palacio del Buen Retiro de Madrid en 1633 (Museo Nacional del Prado, Madrid). Se trata de una obra bastante discutida, posiblemente es el menos velazqueño de todos los retratos ecuestres que han llegado hasta nosotros.
El caballo, una mezcla de razas andaluza y flamenca, está engalanado con un lazo en la frente y sobre el lomo se ha colocado una pesada gualdrapa. Sobre él se erige la reina, vestida con un ampuloso ropaje excesivamente decorado y de apariencia pesada que recuerda a las vestiduras de los personajes de los trabajos de Juan Pantoja de la Cruz (Valladolid, 1553- Madrid, 1608). El rostro de la soberana se enmarca mediante una amplia gorguera rizada y sobre el pelo recogido se ha colocado un pequeño gorro terminado en un penacho de plumas.
Este grabado es, de la serie de copias de pinturas velazqueñas, aquel en que Goya se muestra más incierto, por lo que se podría suponer que es uno de los primeros. El caballo sobre el que se ha colocado a Margarita de Austria se ha convertido, en el grabado goyesco, en una masa estática. Algo más interesantes son las vestiduras de la reina en las que, de forma superficial, el pintor aragonés ha captado los motivos decorativos. El rostro de Margarita de Austria, bastante inexpresivo en el cuadro de Velázquez, se hace aún más neutro en el grabado de Goya y se aleja del original a partir del que trabaja. El paisaje ha sido captado con la misma técnica empleada en El retrato ecuestre de Felipe III, y es quizá la parte de su trabajo en el que Goya se muestra más acertado. Sin embargo es necesario precisar que elude el jardín con una fuente que es posible apreciar en el óleo, en el ángulo inferior izquierdo del lienzo.
Según Harris, gran parte se realizó a punta seca, ligera en la crin del caballo, en el lado derecho del traje de la reina y en los flecos de la parte baja de la manta y bajo el vestido de la reina.