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    Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer

     

    Clasificación
    Estampas

    Serie
    Los Desastres de la guerra
    (1/82)

    Cronología
    1812 - 1820

    Dimensiones
    176 x 220 mm

    Técnica y Soporte
    Aguafuerte, buril, punta seca y bruñidor

    Reconocimiento de la autoría de Goya
    Obra unánimemente reconocida

     

    Historial

    Tras la realización de Los Caprichos, Goya llevó a cabo su segunda gran serie de grabados, Fatales consecuencias de la sangrienta guerra con Buonaparte. Y otros caprichos enfáticos en 85 estampas. Inventadas, dibuxadas, y grabadas por el pintor original D. Francisco de Goya y Lucientes, integrada por 82 estampas. Las planchas tienen unas medidas que van desde los 142 x 168 mm de la más pequeña a los 163 x 260 mm de la más grande.
    Desconocemos los límites cronológicos exactos en que se realizó la serie, pero podemos suponer que la fecha de inicio estaría en torno al año 1810 que aparece indicada en dos de los grabados, el nº 22, Tanto y mas y el nº 27, Caridad. Es probable que entre ese año y 1814 Goya se ocupase de la realización de los primeros 64 grabados que se dedican a la guerra, mientras que los restantes, Los Caprichos enfáticos, debieron ser ejecutados entre 1820 y 1823.
    Los títulos de cada una de las estampas que integran la serie de Los Desastres no fueron grabados en las planchas metálicas, sino que fueron escritos a mano por el propio Goya en las estampas, primeras y únicas de las que tenemos conocimiento en el momento de su realización. Antes de abandonar España para ir a Burdeos en 1824, Goya regaló estas estampas a su amigo el ilustrando Juan Agustín Ceán Bermúdez (Gijón, 1749 - Madrid, 1829). Posteriormente, la serie pasó a manos de los descendientes de Valentín Carderera y, de ahí, a Tomás Harris quien la donó al British Museum de Londres, en donde se halla en la actualidad. Los cobres quedaron en poder del hijo de Goya, Javier, que en 1862 se los vendió a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Más tarde, Jaime Machen Casalis se los ofreció a la Calcografía Nacional. Hay que precisar que las planchas 82 y 83 se quedaron en la Quinta del Sordo tras el viaje de Goya a Burdeos y fueron incorporadas posteriormente a la serie gracias a la donación de Paul Lefort en 1870.
    En 1863, cuando los cobres estaban en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se realizó una edición de Los Desastres. Fue entonces cuando se grabaron los títulos de cada una de las estampas en los cobres sin introducir modificaciones con respecto al texto manuscrito por Goya que tenía Ceán. Además la institución académica determinó cambiar el título de la serie de grabados por uno más breve con la que es conocida en la actualidad, Los Desastres de la guerra, que ampliaba el espectro del trabajo goyesco. Desde esta edición de 1863 hasta 1937 se tiraron otras seis ediciones de las planchas nº 1 a la nº 80. Las nº 81 y nº 82 fueron separadas de las demás y se tiraron algunas pruebas de ellas en torno al año 1870 y entre 1957 y 1958.
    En realidad no es en absoluto sorprendente que la serie de grabados sobre la guerra realizada por Goya no alcanzase divulgación alguna en su tiempo, ya que los contenidos de la misma eran fuertemente críticos. En las dos primeras partes dedicadas a la guerra y a sus consecuencias el aragonés no toma partido por ninguno de los dos contendientes sino que rechaza todo lo que implica la guerra. En la parte de los Caprichos enfáticos critica con dureza y acidez el régimen político imperante.
    El primer grabado de la serie ha sido concebido como el punto de partida para el resto de las estampas. En la segunda prueba de estado que se realiza de él se advierten toques de buril mediante los que Goya ha resaltado la cadera del hombre y ha reforzado la sombra debajo de la manga izquierda. Esta prueba, estampada en tinta parda negruzca, la realizó antes de aplicar la punta seca, el bruñidor y de añadir la letra.

     

    Análisis artístico

    La Guerra de la Independencia (1808-1814) puede considerarse el punto de partida de esta serie de grabados, que dio lugar a una reflexión más amplia sobre la violencia y sus consecuencias. Ésta fue un enfrentamiento bélico largo y doloroso que significó, no solo una lucha contra el avance de las tropas napoleónicas, sino también una fractura en el pueblo español, dividido entre aquellos que apoyaban a los franceses y quienes permanecieron fieles a los soberanos españoles, fuertemente anclados en los valores del Antiguo Régimen.
    El aragonés, que en aquellos momentos era pintor de cámara, vivía en Madrid por lo que tuvo ocasión de conocer muy de cerca esta guerra. Además también visitó otros frentes puesto que entre el 2 y el 8 de octubre de 1808, previa petición del general José Rebolledo de Palafox y Melci (Zaragoza, 1776 - Madrid, 1847), estuvo en tierras aragonesas para ser testigo de los sucesos de los Sitios de Zaragoza. Pese a la veracidad de algunas escenas de la serie es difícil imaginar que Goya trabajase directamente en los lugares en que tenían lugar los hechos, que pudiese tomar apuntes del natural en medio de los enfrentamientos. Es más probable que viese algunas circunstancias y más tarde elaborase en su mente lo que posteriormente plasmó en los grabados.
    La serie se estructura en tres partes. La primera de ellas comprende desde el grabado nº 1, Tristes presentimientos, hasta el nº 47, Así sucedió, dedicada a describir los horrores de la guerra en toda su amplitud. La segunda está integrada por las estampas que van de la nº 48, Cruel lástima! a la nº 64, Carretadas al cementerio, en las que se abordan las consecuencias y secuelas que la guerra dejó en la población, especialmente el hambre. Por último Goya ha realizado desde el grabado nº 65, Que alboroto es este? hasta el nº 82, Si resucitara? lo que se denomina Caprichos enfáticos en los que se hace una crítica al gobierno de Fernando VII que restauró los principios fundamentales del Antiguo Régimen una vez que concluyo la guerra. Además existen pequeños grupos de grabados que ayudan a comprender las imágenes o bien refuerzan los contenidos a los que nos iremos refiriendo en cada una de las correspondientes fichas.
    Casi todos los grabados están precedidos por un dibujo preparatorio de los que conservamos 65 y en los que apreciamos muy pocas modificaciones con respecto al resultado final. Es posible que Goya hubiese reflexionado mucho antes de empezar a trabajar y que su visión de las escenas fuese muy concreta de tal manera que no deseaba efectuar demasiados cambios en el resultado final que plasmaba en las planchas de cobre.
    Desde el punto de vista técnico, el pintor aragonés ha incorporado una novedad, el empleo de la aguada, es decir, la aplicación del aguafuerte sobre la plancha con el pincel, sin que medie protección. Esta técnica proporciona suaves tonos y rompe la brillantez de los blancos pero sin trama alguna. Posiblemente el escaso uso del aguatinta pueda deberse a una decisión de estilo, así las imágenes resultan menos pictóricas y más violentas, por el lenguaje visual del aguafuerte, la punta seca y el buril ayudados por el bruñidor.
    Con respecto a otras series de grabados, el pintor aragonés contó con menos medios materiales lo que implicaba una mayor complejidad a la hora de abordar la realización de Los Desastres. Ello se debió a la carestía que impuso la guerra y al hecho de que Goya ejecutó este trabajo por iniciativa propia, sin ningún tipo de apoyo económico. De hecho, los grabados nº 13, nº 14, nº 15 y nº 16 se realizaron reaprovechando dos planchas de cobre en las que previamente había grabado sendos paisajes. A todo esto hay que sumarle la escasez de resinas y barniz así como su mala calidad, que provoca falsos mordidos del ácido.
    El pintor aragonés aborda el tema de la guerra y de la violencia desde una perspectiva absolutamente nueva en la historia del arte. Emplea el grabado, que si bien es cierto que permite una amplia divulgación de la obra, es por su formato un ámbito de expresión íntimo. Además, Los Desastres de la guerra no fueron un encargo o comisión, sino una obra que nació espontáneamente, lo que permitió a Goya trabajar con absoluta libertad, reflexionando sobre la Guerra de la Independencia en concreto y sobre la violencia en el ser humano de manera global. En este sentido el pintor aragonés se aleja de forma evidente de la tradicional representación de los conflictos bélicos en los que casi siempre se plasma el punto de vista del vencedor y casi nunca se recoge el sufrimiento del vencido.
    Una de las principales fuentes de inspiración para la realización de Los Desastres de la guerra es Les Misères et les Malheurs de la Guerre de Jacques Callot, publicado en París en 1633. En esta serie de grabados se narraba la ocupación de Lorena en la Guerra de los Treinta Años y es uno de los primeros ejemplos artísticos en que la guerra es vista desde una perspectiva más realista en la que se recoge el horror y la violencia sin ambages.
    Tristes presentimientos, la estampa que abre la serie, es una imagen que no presagia nada bueno. En medio de la oscuridad, realizada mediante trazos breves que se colocan diagonalmente muy cerca unos de otros, un hombre de rodillas abre sus brazos en cruz y alza la mirada al cielo. En medio de la oscuridad distinguimos, casi intuimos, una figura monstruosa que podría encarnar lo que se avecina.
    Este personaje en actitud de súplica de Los Desastres recuerda de manera evidente tanto al cuadro de Goya La oración en el huerto como a la figura de San Isidro labrador, uno de los grabados que integra la serie de temática religiosa del pintor aragonés. Igualmente con su gesto implorante esta figura parece estar rogando un milagro que evite la catástrofe que se cierne sobre él, se comporta de la misma manera la superviviente de El naufragio, aunque en este último caso se pide auxilio ante una desgracia que ya ha tenido lugar.
    Desde una perspectiva técnica, este grabado está cerca del nº 69, Nada. Ello dirá así como al Capricho nº 43 El sueño de la razón produce monstruos. En los tres casos existe una figura central en torno a la que se cierne la oscuridad en la que se agazapan criaturas monstruosas.

     

    Exposiciones
    Madrid, Grabados y dibujos de Goya en la Biblioteca, 1946
    Madrid, Exposición 2 de mayo, 1958
    Bruselas, Exposición Internacional..., 1958
    París, Francisco de Goya y Lucientes..., 1961-1962
    Boston, The changing image…, 1974
    Madrid, Goya en la Biblioteca Nacional, 1978
    Dallas, Neiman-Marcus..., 1980
    París, Goya (1746-1828)..., 1979
    Moscú, Grabados de Goya..., 1979
    Lisboa, 50 Gravuras de Goya, 1979
    Madrid, Goya y la Constitución…, 1982-1983
    Hamburgo, Goya. Das Zeitalter…, 1980-1981
    San Sebastián, Goya: grabados, 1983
    Nueva York, Goya. The Disaster..., 1984-1985
    París, André Malraux y España, 1989-1990
    Hanover (New Hampshire), Fatal Consequences..., 1990
    Berna, Francisco Goya. Sein..., 1996-1997
    Urbania, I Disastri della Guerra..., 2000
    Valencia, 3 Visiones..., 2001
    Legnano, Goya. Opera grafica, 2006-2007
    Madrid, Goya en tiempos…, 2008
    Fraga (Huesca), De la Guerra..., 2009
    Las Palmas de Gran Canaria, Goya cronista..., 2009
    París, Goya et la..., 2013-2014, cat.40

     

    Bibliografía y páginas web selectas
    Beruete, Goya, grabador, 1918, pp. 63-118, cat. 103-206
    Boelcke-Astor, ''Sobre la adquisición...'', 1951, pp. 263-264
    Lafuente Ferrari, Los Desastres de la guerra..., 1952
    Glendinning, ''El asno cargado de...'', 1962, pp. 221-230
    Harris, Goya engravings..., 1964, pp. 171-297, cat. 121-203 y 203e
    Fuster, Goya: Los aguafuertes, 1964
    Gassier, Wilson, Vie et œuvre…, 1970, pp 217-222, cat. 993-1139
    Gudiol, Goya…, 1970
    Sayre, The Changing image..., 1974
    Gassier, Dibujos de Goya, 1975, pp. 207-326, cat. 167-231 y 239
    Lecaldano, Goya, Los Desastres de..., 1976
    Glendinning, ''A solution to the enigma...'', 1978, pp. 186-191
    Wilson-Bareau, Goya's prints..., 1981
    Carrete Parrondo, ''Vicisitudes de algunas láminas...'', 1978-1979, pp. 286-293
    Alcalá, ''Fuentes emblemáticas del asno...'', 1982, pp. 274-278
    Tomlinson, ''Goya. The Disasters of War...'', 1984-1985
    Bozal, ''El árbol goyesco'', 1987, pp.119-132
    Fatal Consequences..., 1990
    Bozal, ''La obra grabada de Goya'', 1987, pp. 712-756
    Vega, Museo del Prado..., 1992
    Stoll, ''Non si può guardare...'', 1992, pp. 90-93
    Vega, ''Fatales consecuencias de la guerra'', 1992
    Moffitt, ''Los emblemas morales...'', 1994, pp. 45-56
    Vega, ''The Dating and Interpretation...'', 1994, pp. 3-17
    Santiago, Wilson-Bareau, ''Ydioma universal'', 1996
    Carrete Parrondo, Goya ¡Qué valor!, 1996, pp. 108-190
    Santiago, Catálogo de las estampas..., 1996, pp 121-190, cat. 176-309
    Matilla, El Libro de los Desastres..., 2000
    I Disastri della Guerra, 2000
    Casariego, Goya, obra gráfica..., 2004
    Bozal, Lomba, Goya y el Mundo…, 2008, pp. 276-289
    Garrido, Luna, De la Guerra..., 2009
    Gallego, Francisco de Goya..., 2011
    www.museodelprado.es/goya-en-el-prado, 08-11-2012

     

    Conservación-restauraciones
    La plancha se conserva en la Calcografía Nacional (cat. 252)

     

    Palabras clave
    Desastres de la guerra
    Grabados
    Presentimientos

     

    Obras asociadas
    Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer

     

    Fecha de realización de la ficha
    24-11-2010
    Fecha última revisión
    27-07-2017
     

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