Fundación Goya en Aragón

Véase Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer.
En la segunda prueba de estado se ve como se ha sombreado con punta seca el lado derecho de la cintura y el pie izquierdo de la figura. Se aprecia también un trazo de punta seca desde el tobillo derecho hasta la parte baja de la indumentaria y con buril se ha sombreado diagonalmente sobre el suelo junto a la pierna derecha de la figura. Se ha alterado ligeramente el contorno de la rodilla y se ha sombreado la parte superior de la pata delantera derecha del animal.
El título de la estampa fue manuscrito por Goya en la primera y única serie de la que tenemos conocimiento en el momento de su realización, que el pintor regaló a su amigo Agustín Ceán Bermúdez. De esta manera el título se grabó posteriormente en la plancha sin efectuar modificación alguna a partir del ejemplar de Ceán Bermúdez para la primera edición de Los Desastres de la guerra tirada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 1863.
Se conserva un dibujo preparatorio de este grabado en el Museo Nacional del Prado.

Una figura al parecer masculina asalta a una bestia, que no podemos identificar, y lucha cuerpo a cuerpo contra ella. La aferra por el cuello y le clava un cuchillo haciéndola caer sobre un costado.
No existe ninguna referencia espacial en este grabado que nos permita saber dónde o cuándo está teniendo lugar la escena. La luz entra por el ángulo superior izquierdo e ilumina también la parte baja del animal y del personaje que enzarzándose en una feroz lucha, mientras que el resto queda en sombra.
Con este grabado Goya ha creado una pausa, nos da un momento de respiro tras haber desplegado ante nuestros ojos toda suerte de atrocidades, gestos violentos y execrables. Parece como si quisiese cerrar un paréntesis que comienza en el grabado nº 2, Con razón o sin ella.
La recurrencia a un animal, al que seguramente le otorga un significado simbólico, nos obliga a establecer una relación entre Algún partido saca y los Caprichos enfáticos con los que cierra la serie. De hecho existen evidentes analogías entre la bestia de este grabado y la del nº 81, Fiero monstruo. Para esta imagen se han propuesto varios significados; Juan Carrete y Jesusa Vega creen que la bestia podría ser un bulldog alusivo al ejército inglés que participó como aliado en la Guerra de la Independencia. Los ingleses abusaron de la población, realizaron saqueos y destrucciones innecesarias sacando provecho de su intervención en el conflicto bélico. Enrique Lafuente Ferrari cree que esta imagen es una alegoría del pueblo español que lucha en inferioridad de condiciones contra los franceses, de la misma manera que el personaje lo hace contra un robusto animal. A pesar esa desigualdad el ejército español consigue sacar algún partido, como reza el título.