El buitre carnívoro
Clasificación
76 (en el ángulo superior izquierdo).
Historial
Véase Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer.
En la tercera prueba de estado con punta seca y/o buril se ha sombreado y reforzado algunas partes del buitre. Con la línea del buril se ha reforzado el contorno de la horca y la cadera y el muslo izquierdos del hombre, con trazos del falso mordido generalizado que produce un efecto de aguatinta en el suelo. Se advierte un bruñido en las figuras y en el cielo.
El título de la estampa fue manuscrito por Goya en la primera y única serie de la que tenemos conocimiento en el momento de su realización, que el pintor regaló a su amigo Agustín Ceán Bermúdez. De esta manera el título se grabó posteriormente en la plancha sin efectuar modificación alguna a partir del ejemplar de Ceán Bermúdez para la primera edición de Los Desastres de la guerra tirada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 1863.
Se conserva un dibujo preparatorio de este grabado en el Museo Nacional del Prado.
Análisis artístico
En el centro de la composición un ave gigante, un buitre tal y como reza el título del grabado, corre despavorido con las alas extendidas. Tras él un campesino le amenaza con una horca y más atrás vemos una gran multitud que asiste a la escena.
Esta imagen enlaza por el tratamiento formal con la anterior, la nº 75, Farándula de charlatanes y con la siguiente, la nº 77, Que se rompe la cuerda. En las tres el eje compositivo es una figura de grandes dimensiones que extiende sus extremidades superiores.
Lo mismo que sucede en el resto de los Caprichos enfáticos, este grabado presenta una importante dificultad a la hora de ser interpretado. En algún caso se ha pensado que el buitre podría ser una alusión al ejército francés que fue expulsado de España por el pueblo y, por tanto, una referencia al fin de la guerra. El animal está un tanto maltrecho, sin cola o sin plumas, quizá como consecuencia de la dureza del enfrentamiento. Los personajes que están al fondo y que huyen despavoridos podrían ser soldados franceses que desertan.
Nigel Glendinning relaciona este grabado con un poema de Juan Bautista de Arriaza (Madrid, 1770-Madrid, 1837), Profecía del Pirineo (1808) que tuvo una importante difusión durante la Guerra de la Independencia por su contenido patriótico. El inglés ha sido capaz de percibir ciertas analogías entre el grabado de El buitre carnívoro y las estrofas de la Profecía del Pirineo en que se dice lo siguiente: "Y huye entre tus guerreros, / Como banda de buitres carniceros". Asimismo, el historiador inglés cree que Goya pudo inspirarse también en la obra Gli animali parlanti (1801) de Giambattista Casti (Viterbo o Acquapendente, 1724-París, 1803).
Una de las fuentes visuales a las que el pintor aragonés podría haber recurrido para la realización de esta estampa es el grabado de Stefano della Bella (Florencia, 1610-Florencia, 1664) La caza del avestruz (ca.1650, Biblioteca degli Intronati, Siena) en el que el animal con las alas desplegadas aparece en primer término. Della Bella capta de cerca la angustia del animal que va a ser capturado en una escena de caza, en la que, hasta a aquel momento, este aspecto era del todo irrelevante.
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