Fundación Goya en Aragón

Véase La boda.

Muchachos trepando a un árbol es una sobrepuerta, compañera de El balancín y Las gigantillas.
En la imagen vemos a tres muchachos tratando de subir a un árbol. Uno de ellos se agacha para que otro pueda apoyarse en él, y el tercero le empuja por la espalda.
La composición es muy semejante a la que encontramos en otro cartón para tapiz, Muchachos cogiendo fruta, una sobrepuerta realizada para la serie que decoró el comedor del Príncipe en el palacio de El Pardo en 1778. La distancia de años que separan ambas pinturas demuestra la evolución que Goya ha tenido: ahora el espacio se articula a través de la propia figura y su posición, y no a través de planos. Las imágenes son más nítidas para facilitar su lectura, evitando la masificación.
Igual que en las sobrepuertas compañeras, Tomlinson interpreta esta pintura como la representación de la inestabilidad política que sufrió España después de la Revolución Francesa.